"Se puede salir adelante": una historia personal en el mes de concientización del cáncer

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La vicejefa de gabinete, Marcela González Abdala, contó su historia personal, una historia de superación, en el mes de lucha contra el cáncer. Si bien hubo muchos momentos de miedo y dolor resalta el apoyo de su familia, amigos y compañeros de trabajo para salir adelante. Destaca la importancia de la detección temprana. 

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"El 2020 fue un año de desafíos, en mi caso personal el 19 de agosto marcó un antes y un después, me descubrí un bulto y después de un proceso tuve el diagnóstico de cáncer de mama. Hoy mirando mucho para atrás tengo mucho que agradecer, fue un gran aprendizaje, plantearme y replantearme lo que quería para mi vida", cuenta Marcela en su instagram para concientizar sobre la importancia de la prevención en el mes de lucha contra el cáncer. Agrega que "todo el mundo me decía tenés que dejar de trabajar, estar tranquila y yo lo pensaba y decía eso no tenía que ver conmigo".

Estuvo en De la A a la Z, donde contó su experiencia y comentó que si bien no fue fácil tomar la decisión de exponerse decidió hacer estos videos a través de las redes porque le pareció importante compartir su testimonio, "contar mi proceso y cómo viví yo la enfermedad, básicamente para dejar un mensaje de que se puede salir adelante, que no es fácil, el proceso de la enfermedad es difícil, desde el primer momento cuando te nombran la palabra cáncer, aparecen los miedos, es parte de un proceso, todo lo que uno tiene que hacerse cargo y aprender y lo que va transcurriendo, que tiene que ver muchas veces con las ganas que uno le pone pero también el dolor físico y todo lo que uno enfrenta en el tratamiento, me parecía importante dar el mensaje de que si detectamos temprano la enfermedad, si visibilizamos, podemos llamar las cosas por su nombre".

Reconoce que al recibir el diagnóstico "en un primer momento se me vino el mundo abajo, después pensé es lo que tengo que enfrentar, tengo recursos amorosos para enfrentar esto que me toca hoy y así lo decidí y así lo hice".

Destacó la importancia de la prevención y detección temprana y sostuvo que "si hacemos todo lo que hay que hacer se puede salir adelante, enfrentar esta enfermedad con la mayor dignidad posible, con lo que cada uno decida para sí mismo".

Recuerda que en su caso todos le decían que dejara de trabajar para estar tranquila, pero "no es mi esencia". Abdala cuenta que nunca se preguntó "por qué a mí" pero sí "para qué". Si bien puede sonar raro, resalta que "hoy miro para atrás y le agradezco mucho a la enfermedad, fue un gran aprendizaje personal, es una pelea contra uno mismo, tuve mucha gente al lado que me sostuvo en momentos difíciles, porque hay días que se pone difícil, el dolor físico, el tratamiento de la quimioterapia es difícil, me pasaba que iba y volvía a casa y dormía todo el día y al otro día me levantaba y decía tengo que ir a trabajar".

"Fue una pelea conmigo misma y me pude demostrar que podía salir adelante, que podía a partir de eso decidir que quería hacer con mi vida y básicamente era seguir cumpliendo sueños y vivir la vida como yo quería, como yo me había planteado".

Reconoce que también fue un aprendizaje de decir "tengo que dejar que me ayuden, porque lo hacen amorosamente, me parece que se transita de otra manera cuando tenemos personas alrededor que nos sostengan, tu familia, amigos, compañeros de trabajo cumplieron un rol muy importante, sobre todo aquellos con los que comparto la diaria, pero también esto del gabinete, porque siempre en esta cuestión de yo puedo, muchas veces no pude y encontré muchas personas que me sostuvieron, dejar que te quieran y te cuiden y acompañen también está bueno".

González Abdala resaltó que cada momento es parte de un proceso y señala que "no fue un shock tanto la caída del pelo sino de las cejas y las pestañas porque me veía en el espejo y no me reconocía a mí misma, el primer día cuando se me cae el pelo y tenía una rueda de prensa, en diciembre del año pasado, ese momento fue duro, porque fue el primer encontrarse".

Recuerda que cuando terminó todo el proceso de la enfermedad fue como "cuando terminé la facultad, esa cosa de decir la peor parte por lo menos de esta etapa de mi vida creo que ya pasó".

"Tuve miedo a la muerte", señala, sobre todo durante el primer tiempo, con la incertidumbre de no saber qué es cómo sigue. Recuerda el día en que fue a ver al mastólogo y le explicó cómo era todo.

No escuchaba lo que me estaba hablando y le agarré las manos y le dije no me digas más nada, voy a hacer lo que me digas pero te pido que no me quiero morir porque tengo hijos chiquitos, y me dijo no te vas a morir, fue determinante".

 Abdala resaltó el acompañamiento del personal de Intecnus. "No tengo palabras para agradecer el sentido humano de la gente que trabaja en Intecnus y le voy a agradecer al doctor Piercucci y Cabañas, que no sólo fueron impecables profesionalmente sino desde lo humano". 

En cuanto a cómo lo enfrentó con sus hijos comentó que el mayor shock fue cuando se le cayó el pelo, pero les explicó que tenía cáncer y de qué se trataba. Si bien lloraron y se pusieron tristes "ellos eligieron pelarse conmigo, fuimos todos a la peluquería, fue maravilloso". Además, enfatizó que "nunca me mostré débil o mal delante de ellos". 

Finalmente dijo tener mucho para agradecer porque gracias a los lazos afectivos pudo superar este proceso "que no fue fácil". 

23 octubre, 2021
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