Desde la Multisectorial del Transporte Público no dudaron en afirmar que el escenario es muy complejo, "estamos en una crisis terminal, lo que están viviendo los usuarios es tremendo porque han reducido la cantidad de coches y frecuencias y han cambiado los horarios", expresó Angel Vainstein.
Agregó que hay innumerable cantidad de quejas de vecinos que tienen problemas laborales porque llegan tarde a su trabajo.
Se acercaron a la Municipalidad para plantear la grave situación y se reunieron con el director de Tránsito, Carlos Catini, aunque en realidad buscaban al titular del área, Martín Trebino con quien se habían reunido en la Defensoría del Pueblo hace 15 días. "Es un hombre que no proviene del área de transporte, no tiene conocimiento sobre la problemática", sostuvo y agregó que queda demostrado con un mail que les envió en el que les planteó que conseguiría el whatsapp de Mi Bus para que los usuarios pudieran hacer llegar sus quejas, "cuando es el municipio, por Carta Orgánica, el responsable absoluto de la fiscalización del transporte y el que tiene que garantizar el transporte público en Bariloche".
Lamentó que "deslindan la responsabilidad " y cuestionó que la municipalidad se entera por las quejas de los vecinos, en lugar de haber inspectores fiscalizando el funcionamiento del transporte.
Respecto al aumento previsto para el 1 de febrero, sostuvo que hay una política nacional de congelar por 120 días las tarifas, "creo que el gobierno nacional tiene claro cuál es la problemática del transporte, no propondría un congelamiento de tarifas si las tarifas no dieran para que el transporte siguiera funcionando".
Vainstein criticó que las tarifas "están muy infladas, estamos en 35, está aprobada la de 41 y hablan de 50 pesos, lo único que se privilegia son los intereses de Mi Bus y de ninguna manera se tienen en cuenta las necesidades de los usuarios".