Bariloche no seduce a las empresas de transporte y asoma un nuevo esquema

La ciudad

La crisis del transporte urbano deberá ser resuelta con la misma empresa, explicó el Jefe de Gabinete ante los concejales de la Comisión de Transporte. El sistema dejó de recaudar unos 20 millones de pesos al mes y se sostiene con 30 colectivos en plena pandemia.

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*Por Leonardo Carrizo

La situación crítica por la que pasa el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) en Bariloche continúa siendo materia de análisis. A siete meses del comienzo de las restricciones de circulación, el gobierno municipal no logra frenar la caída de un servicio que se resiente de la falta de pasajeros, la escasa recaudación y las demoras en los pagos de los subsidios comprometidos por Nación. Un combo que termina por golpear con retrasos en el pago de salarios y la suspensión de los recorridos de los colectivos.

Esta mañana (27/10) el jefe de Gabinete, Marcos Barberis, asistió a la reunión virtual que plantearon los concejales que integran la Comisión de Transporte. En ese espacio se retrotrajo hasta el 2018 para hablar de la quita de subsidios por parte del gobierno nacional y la nueva distribución que lleva a Provincia a otorgar 7,2 millones mensuales que se suma a un aporte de Nación, que se acordó luego, por unos 10 millones de pesos.

El funcionario explicó que los montos de los subsidios se mantienen fijos desde entonces y que, a pesar de que el municipio acompañaba con 7 millones mensuales para cubrir la gratuidad del boleto estudiantil, la situación complicaba a la empresa al momento de cubrir los costos operativos incluso antes de la pandemia.

Si el panorama para el transporte no era bueno anteriormente, a partir de abril empeoró hasta dejar al sistema en estado crítico. Es que, según comentó Barberis, las restricciones a la circulación de personas obligaron a la empresa a recortar servicios y hacer caer la recaudación propia que se encontraba en el orden de los 24 millones de pesos mensuales a tan solo 4 millones por período.

Con un oscuro futuro por delante, y tras las expresiones del intendente Gustavo Gennuso acerca de una posible recisión del contrato con Mi Bus, el Jefe de Gabinete aseguró que la comuna inició contactos con otras firmas pero reconoció que no están interesadas en Bariloche, más aún con el nivel de subsidios que recibe el transporte y la facturación posible durante la pandemia.

Por lo pronto Barberis dijo que, en caso de llegar a avizorar alguna posibilidad, el Ejecutivo enviará un proyecto de licitación al Concejo Municipal para su análisis pero fue cauto: “no llueven desde el cielo empresas interesadas en cubrir el servicio de transporte urbano”.

La respuesta, en casa

El complejo panorama, que incluye al menos un paro mensual ante cada incumplimiento en el pago de salarios, podría encontrar un comienzo de solución pero con los mismos actores. El funcionario dijo que la alternativa que baraja la comuna comprende las líneas troncales, que se pusieron en marcha hace unos 45 días, y el uso de rondines para cubrir tramos más cortos.

“Estamos en un escenario muy difícil”, dijo ante los concejales no sin antes recordar la existencia de reuniones con referentes del sector del transporte aunque sin poder llegar a un acuerdo acerca de nuevas alternativas.

Lo único que está claro en este proceso es que no habrá espacio para un nuevo aumento en la tarifa del boleto. Barberis transmitió esa decisión del Ejecutivo Municipal y apuntó a que se incrementen los subsidios que destina el gobierno nacional al interior del país, recordó que existe una iniciativa en la Cámara de Diputados, al describir que el 85% del costo operativo de Mi Bus se destina a los salarios de los trabajadores, con una paritaria por resolverse.

“Estamos preocupados y hablamos con los trabajadores. Se corre el riesgo (de una rescisión), no es que puedo traer calma porque estamos preocupados y es algo que nos desvela diariamente, resumió acera de una problemática que también parece estar en una curva ascendente.  

27 octubre, 2020
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