Bariloche prepara sus equipos para recibir a los donantes de plasma

Coronavirus

Río Negro avanza en su protocolo para aplicar la técnica en los hospitales y clínicas. En Bariloche, 191 personas se recuperaron tras haber contraído el virus y podrían ofrecer su plasma.

El equipo médico ultima detalles y aguarda el protocolo para aplicar la transfusión de plasma.
Alejandra Bartoliche

Por Leonardo Carrizo (lcarrizo1@artear.com)

Río Negro sumará la transfusión de plasma a los tratamientos contra la COVID-19 y Bariloche también se alista para el uso de una técnica que surgió en la década de 1950, durante la propagación de la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA).

“El plasma lo utilizamos cotidianamente en cualquier paciente con otras indicaciones, como trastornos de coagulación, y no tenemos ningún problema”, reconoció el jefe de Hemoterapia del Hospital Zonal y del Sanatorio San Carlos, Marcelo Furque (MP 1442), acerca de un tratamiento que aguarda por los resultados de los ensayos clínicos en cuanto a su respuesta frente al coronavirus.

El médico confirmó que el Ramón Carrillo no cuenta con una máquina de plasmaféresis para acelerar el proceso, aunque este no será un impedimento para que el tratamiento se realice en un hospital público. Al tratarse de una técnica con varios años de uso, el equipo del Banco de Sangre cuenta con un “método tradicional” en base a una centrifugadora refrigerada.

La experiencia de Furque, lleva más de 30 años como hematólogo en el Hospital Zonal, le permite afirmar que la “inmunización pasiva” del plasma permite el ingreso de anticuerpos al organismo del paciente y así detener la actividad patógena del virus”.

El método trae a la charla con B2000 la figura de Julio Maiztegui, el médico que desarrolló la técnica que utiliza el plasma de convaleciente para sanar. Es que, por aquel entonces, la FHA mantenía una tasa de mortalidad del 30% que logró ser reducida al 3% con el método creado en los campos de Buenos Aires. Con el correr de los años el método se replicó en patologías como el sarampión o la varicela.

Para Furque, el primer factor a tener en cuenta es la obtención del plasma que se debe conseguir por voluntad de los pacientes recuperados que, hasta el momento, suman 191 en Bariloche. El primer requisito establece que deben pasar 28 días desde su negativización para luego determinar que no posee ninguna otra enfermedad que pudiera transmitir por sangre.

La técnica resulta sencilla: tras la extracción de sangre se pasa el elemento por la centrífuga para separar el plasma de los glóbulos rojos, luego se devuelven estos últimos al donante y se puede reiniciar el procedimiento para obtener hasta medio litro de plasma por sesión. El proceso demanda unas dos horas y se puede completar una vez por semana.

Pero el hematólogo aclara que no existe aún “demostración definitiva” del tratamiento en paciente con COVID-19. Faltan evidencias científicas aunque los “datos anecdóticos” revelan que los pacientes sometidos al plasma reaccionaron de buena manera.

”Es algo que teóricamente sirve pero se usa por medio compasivo, con autorización del paciente y el dador”

De todas formas, la disponibilidad para llevar adelante el tratamiento en Bariloche es una realidad. Ya sea por medio del hospital público con el método tradicional o por medio de las clínicas locales que cuentan con la máquina de plasmaféresis. Todo dependerá del médico tratante y la solicitud que pueda realizar.

Este último dato no es menor. En tiempos de pandemia, y a pesar de la emergencia sanitaria, los costos de los tratamientos continúan delimitando las decisiones. Las máquinas utilizan equipos descartables cuyo valor asciende a los 350 dólares, unos 24.000 pesos, a los que se deberían sumar otros ítems que deberían ser abonados a las instituciones privadas.  

Por caso, la plasmaféresis se utiliza en el tratamiento de la leucemia y en enfermedades que requieren de un cambio plasmático intensivo. Para estos casos las máquinas, que no son transportables, pueden separar glóbulos rojos, plaquetas o glóbulos blancos.

El protocolo de actuación estará disponible en tan solo una semana, según las estimaciones del ministro de Salud Fabián Zgaib, y es seguido de cerca por el director del hospital Leonardo Gil y el jefe médico Fernando Tortosa. “En los protocolos tenemos criterios de inclusión y exclusión”, añadió Furque acerca de los pacientes activos

El plasma no podrá ser utilizado ante un estado avanzado de la enfermedad, en aquellas personas con más de cinco días de Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) o con múltiples metástasis de índole oncológico. “Es preferible no hacerlo, no porque le vaya a hacer mal sino porque no le va a servir”, explicó.

Según los análisis previos, el plasma podría ser incorporado en el momento en el que el paciente empieza a tener trastornos respiratorios aunque, en ese punto, “muchos (infectados) andan bien sin hacerles nada", por lo que será clave la disposición del nuevo protocolo para determinar el instante preciso para la transfusión de plasma.  

29 junio, 2020
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