Alejo Dasso indicó al programa "Engranaje" sostuvo que "soy una persona que suele ir mucho a la cabaña de Hueche Ruca. Es una cabaña que fundó un sacerdote en el año 62. Yo empecé a ir cuando tenía menos de 20 años. Actualmente sigo yendo y colaboro con la administración del lugar".
Acerca de hechos violentos que se produjeron en el lugar, Dasso comentó que "es algo terrible eso va más allá de cualquier ideología política. Los vecinos sentimos que nos pasan por arriba y nadie nos cuida. No pareciera que vivimos en un país sino en una isla que no es de nadie. Esta gente hace lo que quiere. Y no me refiero a una comunidad indígena. Estoy hablando de gente encapuchada que, adelante mío, le ha tirado piedras a la policía. Recuerdo que esto pasó hace un tiempo. Los policías tuvieron que irse. Y después ellos pasaron por la puerta de la cabaña Hueche y se metieron en el terreno de al lado. Ahí está la cabaña La Escondida, que está usurpada por ellos. Y está pegada al lugar que ellos usurparon al principio"
Señaló que "a nosotros empezaron a robarnos en el 2018. Se llevaron una máquina que descuidadamente había quedado en el parque. Después comenzaron a meterse cuando no estaba el casero, que es un señor mapuche. Los conoce perfectamente pero ni siquiera lo respetaron a él. Le robaron sus herramientas de trabajo y otros elementos. Y se metían en las cabañas para robar y destrozar cosas".
Con respecto a lo que ocurre en la actualidad, Dasso sostuvo que "a la cabaña le están robando el machimbre y la madera. También se están llevando ventanas, puertas y paredes. A algunas de las personas yo las he conocido. Tienen dos caballos que siempre dejaban en nuestra propiedad. Esos caballos, estando la tranquera abierta, se iban a a la ruta. En esos momentos teníamos trato con ellos para pedirles que no dejaran los caballos sueltos. Mi hijo les hablaban, él tenía un poco más de trato con ellos. No les importaba demasiado lo que nosotros le decíamos. El idioma de ellos es la piedra. Ellos hablan tirando piedras. Y amenazan permanentemente. La gente de la Villa tiene miedo. Normalmente ellos actúan de noche. Estamos en tierra de nadie. Hemos hecho gran cantidad de pedidos y nadie nos ayuda"
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