Las críticas de la Federación de Empresas de Bariloche (FEEBA) calaron hondo en el gobierno municipal que, horas más tarde, decidió dar su propia versión acerca de la creación de dos fondos específicos para sostener el transporte urbano.
El encargado de ofrecer las explicaciones fue el jefe de Gabinete Marcos Barberis. En una extensa nota aclaratoria el funcionario dijo que la maniobra del municipio apunta a la urgente necesidad de “financiar la transformación del transporte”. En un intento por llevar tranquilidad al sector comercial e industrial, dijo que una de las iniciativas que analizará el Concejo Municipal toma el coeficiente que pagan las “grandes empresas” y aseguró que el mismo ya se puso en marcha en julio “en el marco de la emergencia por pandemia”.
Barberis recordó que en julio se aprobó una modificación en el coeficiente de la TISH que incrementó en un 50% el tributo que pagan las empresas clasificadas como “grandes”, según el Ministerio de Industria de la Nación.
“Lo que estamos proponiendo ahora es dirigir lo recaudado a través de ese mecanismo y aportarlo a un fondo específico que está destinado a financiar la transformación de nuestro transporte público y la infraestructura vial en la que ese sistema se sostiene”, afirmó.
El Jefe de Gabinete aseguró que entre las grandes empresas se contempló a los bancos, las telefónicas y las firmas nacionales e internacionales “y que son las que están en condiciones de poder dar una mano en este momento clave para reformular el transporte público”. Al respecto dijo que, si la iniciativa prospera en el Deliberante, los fondos se destinarán a financiar la “recuperación” del transporte urbano y que, entendió, beneficiará “sobre todo a los que menos tienen”.
Pero Barberis también se refirió a la conformación del segundo fondo específico para el transporte, aquel que permitirá colectar 800 millones de pesos para obras de infraestructura como un sendero para los colectivos que pasan por calles de tierra, garitas de colectivos o centros de trasbordo, entre otras tareas programadas, a partir de una tasa de 0,75 pesos por cada litro de nafta o gasoil.
“La tasa equivaldría a que, por ejemplo, por cada tanque lleno de nafta súper, que puede rondar un costo de 2.400 pesos, se contribuya en total con alrededor de 28 pesos”, dijo acerca del fondo que se destinaría a infraestructura vial.
“Este fondo no es para subsidiar va la empresa y así está especificado en su constitución. Es decir que son fondos para obras de pavimentación que mejorarán las condiciones de circulación no sólo para el transporte público sino para todos los conductores de vehículos de la ciudad”, agregó.
Para Barberis, las obras viales anunciadas por el municipio permitirán que el transporte urbano sea “sustentable” y consideró que “tiene sentido que para financiar esas obras puedan aportar todos los que se beneficiarán de esa misma infraestructura vial”.
La Federación de Empresas (FEEBA) había criticado con firmeza la decisión del Ejecutivo municipal por el perjuicio que podrían provocar los nuevos tributos en el alicaído sector comercial. Mencionaron un “ataque” a la productividad y advirtieron por el encarecimiento de los productos así como en el riesgo al que serán expuestas las fuentes de trabajo ante la imposibilidad de sostener los emprendimientos de la ciudad.
“Rechazamos firmemente que la carga de las ineficiencias estructurales recaigan sobre un sector que ya está sumamente castigado por la crisis, tanto en los trabajadores como en los generadores de empleo privado”, advirtieron en un comunicado.
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