El drama de las estafas virtuales: el 70% de los casos investigados ocurrieron a través de un teléfono

Entrevistas

El número de víctimas de ciberdelitos crece a un ritmo acelerado por el avance tecnológico que se experimentó durante la pandemia. Solo el 10% de los estafados lleva su caso a la justicia. “Es una responsabilidad individual”, alertó Gabriel Zurdo, especialista en ciberseguridad en diálogo con Radio Seis.

Tu navegador no soporta archivos de audio

Los reiterados casos de estafas virtuales ponen a prueba a las herramientas digitales pero aún más a la conducta digital que mantienen los usuarios. “Es una situación de alcance global”, avisa Gabriel Zurdo, especialista en ciberseguridad y director de BTR Consulting, quien comenzó a trabajar sobre fraudes informáticos hace 30 años y hoy reconoce más de 300 métodos que son utilizados para vulnerar la confianza de las personas y quitarles su dinero.

Recientemente se conocieron varios intentos de fraudes en Bariloche por medio de distintas estrategias: desde concursos hasta compradores que buscan persuadir a sus víctimas de darles información personal. Para el especialista, uno de los peligros que acercan las redes sociales es la posibilidad de “ficcionar” identidades, dando pie a que la industria del ciberdelito “se cartelice o contrate sicarios tecnológicos y que esté coordonado a través de las fronteras de distintos países”.

Uno de los factores que más incidió en la proliferación de estas estafas fue la pandemia. En conversación con Radio Seis, Zurdo reconoció tres aristas a las que se les debe prestar atención ya que facilitan que los delitos se concreten: la cantidad de tiempo que pasan las personas conectadas a internet, la ampliación de la franja etaria que accede a un dispositivo y los adultos mayores que se incorporaron “a las huestes” a la era digital.

Según explicó, a la cabeza de las plataformas más usadas para cometer estos engaños se encuentran las de transacciones financieras, el hombanking, las tarjetas de crédito y los sitios de e-commerce, y por último las redes sociales “que hoy están siendo utilizadas como trampolín para la comisión de delitos”.

Entre los datos que maneja la empresa que encabeza Zurdo, se menciona que sobre una muestra de 3.000 víctimas de algún ciberdelito el 29% dijo que lo atraparon por medio de un aviso falso, como un banner apócrifo en una red social. Pero lo grave también es el nivel de indefensión ya que el 31% dijo que después de presentar una denuncia ante la red social, la plataforma no hizo nada ni removió el aviso falso. Será por eso que el 50% reconoce que no da aviso a las redes y que solo el 10% presentó su caso ante la justicia.

A todo esto se suma el número de técnicas que se aplican en los ciberdelitos. A la fecha se cuentan unas 355 diferentes, de la cual la más conocida es la suplantación de identidad en WhatsApp incluso solo cambiando la foto de perfil. “Muy pocos reparan en esos detalles”, agregó sobre los casos en los que un contacto pide dinero prestado desde otro número de teléfono u ofreciendo una cuenta bancaria de otro país.

“Esto no se va a detener, va a seguir agravándose, hay una clara influencia de la comunión que tenemos con la tecnología. Portamos nuestros teléfonos las 24 horas del día”, explicó sobre uno de los motivos que hace que los fraudes electrónicos sean cada vez más exitosos.

Aquella afirmación encuentra sustento en encuestas realizadas desde la empresa que dirige Zurdo. Al respecto mencionó que el 24% de la gente afirma que lo primero que hace antes de lavarse los dientes es mirar el teléfono por si cargó la batería, abre WhatsApp y revisa las notificaciones de Instagram.

Ese permanente uso del teléfono preocupa ya que eleva las probabilidades de ser víctima de una estafa: “el 25% de la gente nos dicen que cuando está en una iglesia o un templo no puede dejar de ver el teléfono por lo menos una vez, y entre el 12 y el 14% nos dijo que mientras mantienen una relación sexual, si escucha una notificación en algún momento del acto, necesita ver de qué se trata.

“Eso explica por qué en el 70% de los casos que investigamos de fraude económico digital ocurrieron a través del teléfono”, aseguró.

Los usuarios

“La pandemia aceleró el proceso de trasformación digital 10 años. Hoy estamos experimentando lo que íbamos a vivir en el 2030”, reveló Zurdo acerca de los efectos de los avances tecnológicos que no fueron acompañados por los usuarios. En ese marco alertó sobre la gran cantidad de información que se divulga sin conocimiento de las personas por impericia, negligencia o un ciberataque, y la existencia de un mercado negro que paga, en promedio, 1.000 dólares por persona.

El especialista entendió como necesario el acompañamiento de las organizaciones sociales y los gobiernos en la evolución de los usuarios para estar a tono con los desarrollos tecnológicos. Es por eso que explicó que el ciberdelito se apoya en una mesa de cuatro patas, aunque una de ellas es la más débil: “las tres patas firmes son, anonimato, suplantar identidad, fabricar identidades sintéticas, y la cuarta pata somos nosotros, el eslabón más débil de la cadena”.

Respecto a los datos que aportan los usuarios, que los hace más vulnerables, Zurdo dio a conocer que el 58% dice su teléfono, el 30% el lugar donde trabaja, el22% dónde vive y el 20% “dice que se va de vacaciones y que va a dejar la casa sola”.

“Hasta ahora esta dinámica de agresión digital tiene una directriz centrada en el delito económico”, agregó pero dijo que también existen otras situaciones igualmente graves como la sextorsión, la pornovenganza y el abuso de menores en formato digital.

También mencionó los “delitos de vergüenza”, que son aquellos en los que una persona se vincula afectivamente con otra y que, ya que la mayoría está casada, en pareja o tiene hijos, “no puede ir a denunciar que lo estafaron”.

Zurdo hizo especial énfasis en el acceso que tienen los niños a distintos dispositivos y cuentas de redes sociales. A modo de ejemplo reveló algunos casos que atendieron en su consultora, como el de un niño de seis años tenía un perfil de Tik Tok u otro niño de nueve años que, de cada cuatro videos que recibía, uno mostraba una propuesta de sexo explícito de personas mayores “o con cosas como un tutorial para desarmar un sacapuntas escolar y con la hojita cortarse los brazos”.

Una salida

Zurdo remarcó que los países no pueden generar una suerte de corralito de protección por lo que sugirió algunas medidas para evitar ser víctima de fraude electrónico. Explicó que es importante informar de los distintos métodos, ejercitar el escepticismo porque “la industria nos convenció que todo lo que pasa por la pantalla está bien”,  y evitar descargar adjuntos no requeridos.

Una medida de protección que no es absoluta, empiecen a utilizar el doble factor de autentificación en Whatsapp y en las redes sociales que consideren relevantes o tengan algún tipo de actividad económica”, sugirió.

Sin embargo, Zurdo no deja de mencionar que evitar caer en una de esas estafas es una “responsabilidad individual” en la que “lo poco que hagan respecto de evitar que les pase algo tienen ver con sus conductas digitales”.

El consultor sugirió a los usuarios hacer “higiene digital” evitando descargas innecesarias o utilizar sitios web no reconocidos, tratar de hacer “ayuno digital” dejando los dispositivos por algunos minutos y evitar el “síndrome de alucinación invertida” con el que se refirió a que “nos creemos todo lo que hay en una pantalla a pesar de que no exista”.

19 febrero, 2022
1105 lecturas
Comentar