“Me parece que se pusieron nerviosos, operaron muy rápido y no se dieron cuenta que estaba la solución”, evaluó el intendente Gustavo Gennuso acerca del paro de transporte que convocó, y desarticuló en cuestión de horas, la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
El jueves (7/1) el gremio advirtió una medida de fuerza ante la falta del cobro de salarios de diciembre, la segunda cuota del aguinaldo y otros montos acordados. Ante este panorama se convocó a los choferes a un paro a partir de este viernes pero, tras el compromiso del municipio de aportar el dinero faltante a la espera de los subsidios de Nación, se decidió levantar la medida de fuerza.
“Cometieron un error porque sabían que nosotros teníamos toda la predisposición de resolverlo el lunes”, confió Gennuso a Radio Seis, quien insistió que los trabajadores “solamente tenían que esperar”.
El Intendente dijo que durante la tarde del jueves conversaron con los sindicalistas y que allí se dieron cuenta que no había necesidad de “poner en zozobra” a la población.
Este viernes la Intendencia fue el punto de reunión escogido para continuar con las conversaciones vinculadas al servicio de transporte urbano. El presidente de la Federación Argentina de Transporte Automotor (FATAP) y socio de Transportes Amancay (Mi Bus), José Cano, arribó a la ciudad para coordinar con Gennuso cuáles serán los pasos a seguir.
La permanente situación de conflicto ante los retrasos en el desembolso de los subsidios nacionales, y las restricciones impuestas sobre el transporte urbano durante la emergencia sanitaria, intensificaron los problemas del transporte urbano en Bariloche. Sin embargo, desde el Ejecutivo se mostraron confiados en llegar a buen puerto tras el compromiso logrado en el Ministerio de Transporte de regularizar los millonarios desembolsos cada mes y garantizar el pago de salarios.
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