“La verdad es increíble el maltrato que la han dado, es inconcebible el trato que le dieron”, resume el breve reporte que llegó a manos del intendente Walter Cortés, luego de que el municipio quisiera intervenir en la cabaña de informes turísticos que se encuentra junto a la Policía Caminera.
Un puñado de imágenes acompañó el escrito en el que los trabajadores relataron el “estado calamitoso” en el que recibieron la pequeña casilla de troncos. Según el detalle, y sin identificar a los responsables, se mencionó que fue arrancada la bacha del baño, roturas en la mesada que quedó en el suelo, una ventana dañada, la ausencia del calefactor y el retiro de los medidores de gas y luz. También se acusó falta de mantenimiento de la madera interior y exterior.
En enero de este año el Ejecutivo Municipal anunció que reciclaría la cabaña de informes para darle un nuevo uso: se transformaría en un puesto de cobro de las multas que se le realizan a los turistas y también se permitiría el pago de la Ecotasa para quienes ingresan a la ciudad.
Por aquel entonces los planes municipales preveían finalizar con las tareas de refacciones en solo 15 días. Sin embargo cuatro meses después, y de cara a la temporada de invierno, todavía no se pudo habilitar ese espacio.
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