G8 - Bariloche:  Gaitas, tambores y danzas escocesas

Crónicas / por Hans Schulz

Escribe Hans Schulz para su columna sobre el octavo Encuentro Sudamericano de Bandas de Gaitas, Tambores y Danzas Escocesas. 

Hans Schulz

Imaginarios

El octavo Encuentro Sudamericano de Bandas de Gaitas, Tambores y Danzas Escocesas (G8), organizado por la Bariloche Highlanders Pipe Band, prometía ser una experiencia diferente, tanto para los locales como para los ocasionales visitantes. En mi ya larga vida no recuerdo haber visto bandas de gaiteros escoceses caminando por la calle Mitre de nuestra ciudad, por lo menos no tantos. Además de nuestras raíces originarias y las migraciones de Chile y de otros países vecinos que han llegado a nuestra ciudad una parte de los habitantes de Bariloche siempre se ha identificado más con la cultura centroeuropea y mediterránea, pero poco con el norte lejano y brumoso de ese continente. La geografía ha aportado su cuota a esta profecía que se auto cumple año tras año cuando los viajeros que nos visitan imaginan a nuestra región como una especia de Suiza sudamericana. Sin embargo Patagonia y sus paisajes tienen mucho de Escocia y Escocia mucho de la Patagonia. Ni que hablar del sur profundo, allá abajo en Santa Cruz y Tierra del Fuego, donde la impronta económica y cultural de las Islas Británicas ha tallado fuerte en su historia. Pero la región de los lagos, tanto la chilena como la argentina, siempre se imaginó centroeuropea. Por ello el
G8 prometía ser distinto, casi exótico, diría alguno.

La Mitre y el Lago

A las cinco de la tarde del viernes 18 de octubre las bandas participantes comenzaron su desfile rumbo al palco montado en la esquina de Mitre y Villegas. Junto a la banda de Bariloche había bandas de Buenos Aires, de Santiago de Chile, de Uruguay y de Brasil y jueces internacionales llegados de Escocia y Canadá. Sobre el palco los esperaba la Banda de la Escuela Militar de Montaña. Al sonido de gaitas y tambores un espectáculo multicolor de trajes y emblemas de todas las generaciones llenó la Mitre. La Banda del ejercito los recibió tocando canciones y marchas, entre ellas la Marcha de las islas Malvinas y la Marcha de San Lorenzo. En el contrapunto las bandas latinoamericanas de música escocesa tocaron Flor de Escocia y otras tonadas similares. Para los presentes que recuerdan la historia lejana y, también la reciente, fue sin duda un momento para reflexionar sobre un futuro compartido para las próximas generaciones, más aún si tomamos en cuenta que se dio en el marco de la Semana de la Juventud.
Una vez concluida la celebración sobre la calle principal los integrantes de las bandas se encaminaron a la costa del lago para una foto grupal bajo el maravilloso marco del lago y las montañas que todavía se perfilaban con algo de nieve sobre sus cumbres. El cartel de Bariloche pintado de rosa con el objetivo de concientizar sobre la importancia de la detección precoz del cáncer de mama le otorgó a la foto un inesperado significado complementario. La foto grupal fue también una oportunidad para el encuentro y los contrapuntos musicales entre bandas. Entre ellas se destacaba la “Brazilian Pipers” de Rio de Janeiro fundada hace 20 años como un Proyecto social para general oportunidades para adolescentes de las barriadas más pobres y más densamente pobladas y violentas de la ciudad de Rio de Janeiro. Bajo aquel paisaje maravilloso sus integrantes reflejaban su alegría con sus gaitas y tambores invitando a los presentes a participar de la fiesta. Para los que leyeron entre líneas fue otro momento especial de emoción, compartir su sueño de estar en Bariloche.

La Catedral

Luego, poco a poco, el público presente y los músicos se dirigieron a la Catedral. Allí nos esperaba otro espectáculo de hondo significado, un concierto a beneficio de la sala de Lactancia Materna del Hospital Zonal. Un grupo más reducido de gaiteros y tambores junto a la cantante Lorelei Esmeralda, el coro Likui Bariloche y dos extraordinarios músicos solistas, jueces internacionales del evento, el escoces Craig Munro, gaita, y el canadiense Tyler Fry, tambor, brindaron una concierto solemne entre las que se destacó «Amazing Grace» (Sublime gracia), uno de los más famosos himnos cristianos escrito por el clérigo y poeta inglés John Newton. Salir de la Catedral al anochecer bajo el acompañamiento de gaitas fue sin duda otra experiencia diferente y pocas veces vistas en la ciudad. Un buen preludio para la competencia del sábado 19 en instalaciones del Club Pehuenes. Pero esa es otra historia. Gracias al esfuerzo y dedicación de la Bariloche Highlanders Pipe Band la ciudad agregó otra experiencia original a su historial, un evento que quedará grabado en la memoria de los que estuvimos presentes.

PD. Las fotos de la competencia de bandas del sábado irá en una próxima nota

Crónicas, B2000
Fotos Hans Schulz

 

22 octubre, 2019
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