Una familia de turistas tucumanos le puso punto final a un conflicto legal en el que quedaron envueltos luego de quedar imputados por estafa. La maniobra fue llevada a cabo en Bariloche en agosto del año pasado, cuando decidieron alojarse en un exclusivo hotel de 4 estrellas en la Villa Llao Llao.
Este jueves (1/6) cinco de los siete implicados participaron de una audiencia virtual en la que la defensora oficial, Blanca Alderete, solicitó el sobreseimiento del grupo. Ante el juez Víctor Gangarrosa explicó que se aplicó un “criterio de oportunidad” que se resolvió en forma exitosa. El acuerdo con la fiscalía y los representantes del Hotel Tunquelén consistió en una “reparación económica” por un monto total de 1.428.000 pesos.
Alderete explicó que el monto se integró en su totalidad con el aporte, en cuotas, de los siete imputados. En la oportunidad también recordó que durante el allanamiento que terminó con la detención del grupo, el pasado 26 de agosto de 2022, se secuestró pertenencias y 207.170 pesos en efectivo que pidieron recuperar. También un “remanente” que quedó de la caución real, para lograr la libertad condicional de la familia, por un monto de 23.370 pesos.
A su turno el fiscal Gerardo Miranda dijo que los acusados cumplieron con los damnificados, por lo que entendió que no existía ningún “obstáculo” para que se llevara adelante una audiencia de conciliación.
El juez de Garantías destacó que se reparó el daño ocasionado “en la medida de lo posible” y señaló que la escala penal para el delito de estafa no superaba los 15 años de prisión, más aún cuando el hecho no se cometió por medio de la violencia física o intimidación. Por este motivo es que consideró “procedente” el sobreseimiento “total y definitivo” de los siete imputados.
La estafa
Todo comenzó el 17 de agosto de 2022 cuando una mujer, domiciliada en Tucumán, ingresó a una plataforma de reservas online, eligió el establecimiento y confirmó una estadía para siete personas mayores y una menor de tres años, del 20 al 26 de agosto de ese año.
Isaías Flores, Candela Valdéz, José Eduardo Flores, Lucas Gabriel Flores, Irene Navarro, María Florencia Gamio y Rita Flores, llegaron a la recepción del Hotel Tunquelén en la mañana del 20 de agosto. Desde ese entonces, sus consumos incluyeron almuerzos, cenas y meriendas. Sin embargo, cuando quisieron pagar sus tarjetas fueron rechazadas por lo que los empleados sospecharon de una estafa.
El costo del alojamiento, que rondaba el millón de pesos, fue abonado con distintas tarjetas de crédito aunque la aplicación de reservas no objetó el trámite. Para las demás comodidades que compraron dentro del establecimiento generaron una deuda que superaba los 400.000 pesos.
Según se pudo conocer oportunamente, los turistas pensaban abandonar el hotel el viernes 26 de agosto. Se acercaron a la recepción presentaron varias tarjetas de crédito, diciendo que pertenecían a los integrantes de la familia, pero no se pudo computar el pago porque los plásticos habían sido denunciados como robados.
Los empleados denunciaron la situación ante las autoridades policiales y se dio intervención al Ministerio Público Fiscal. Luego de custodiar el perímetro del hotel detuvieron a los siete turistas tucumanos.
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