Como uno de esos pequeños cangrejos que se adentran en las frías aguas patagónicas, un robot equipado con una cámara busca copiar los movimientos del crustáceo para pasar desapercibido y revelar los secretos que esconde la vida subacuática del lago Nahuel Huapi. Pasaron varios meses desde la primera inmersión hasta que, en una de sus salidas a la superficie, logró el reconocimiento del certamen Emprendedores de Río Negro, impulsado por Banco Patagonia y Fundación Nobleza Obliga.
Pancora es el resultado del entusiasmo y el esfuerzo de un grupo de barilochenses con un amigo que reside en Puerto Madryn (Chubut). Pedro Nowakowski, Mariana Kozulj, Leonardo Leocata y Gastón Trobbiani fueron los encargados de hacer realidad una idea que fue creciendo al punto de hacerse conocida no solo en otras provincias sino en otras latitudes del Globo.
“No es simple ser un emprendedor y en este país tenés una mochila más grande”, confió Leonardo en diálogo con Radio Seis tras recibir un galardón que les permitirá contar con algo de apoyo económico para seguir creciendo. Este técnico informático explica que trabajan pensando en productos que sustituyan las exportaciones y es por eso que, todo aquello que pueden fabricar en Bariloche, “tiene un valor agregado”.
La idea de adentrarse en el negocio de la robótica submarina los hizo llegar a un amplio espectro del mercado. Las diferentes profesiones de los cuatro socios (ingeniero nuclear, biólogo marino, comunicadora digital e informático) también les permiten tener una mirada más amplia frente a cualquier circunstancia.
Leonardo comentó que los productos que ofrece Pancora los acerca a investigadores marinos que requieren de trampas para larvas o incluso algunos productos que merecen un desarrollo y rediseño a medida. También en el ámbito de la industria naviera, las plataformas petroleras, tuberías sumergidas y donde los buzos no pueden llegar. “Ahora hay que arremangarse y darle para adelante con todo”, reconoce con entusiasmo.
Pero este emprendedor mantiene los pies en la tierra mientras deja que los robots que preparan sigan ganando metros de profundidad. “No podemos hacer un crecimiento exponencial inmediato, tenemos que ir paso a paso creciendo”, dijo sin ocultar la ilusión que les provoca este reconocimiento que además abre las puertas a nuevos contactos.
“Tenemos invitaciones a ir a buscar naufragios no cartografiados en el mar, tenemos invitaciones para buscar naufragios locales acá en el lago (Nahuel Huapi)”, revela sobre el compromiso que deberán asumir para satisfacer a toda esa demanda.
El paso que dieron con el programa de emprendedores, en el que tuvieron que exponer las ventajas de la idea y el plan de negocios, adquiere una especial importancia para Pancora. “Cuando uno viene bancando todo con la espalda de uno se hace más difícil, pero estas ayuditas nos dan un empujoncito para avanzar más rápido”, celebró.
El caso Quinteros
Una de las primeras apariciones públicas de un robot de Pancora se dio durante la desesperada búsqueda del kayakista Andrés Quinteros, quien perdió la vida en el lago Moreno. En abril de este año, el equipo decidió ofrecer su desarrollo para viajar a las profundidades y así poder dar con algún indicio del joven.
Para aquel rastrillaje, el grupo decidió adaptar uno de sus prototipos y usar una cámara de arrastre a la que denominaron “Perca”. El aparato permitía descender hasta 300 metros de profundidad por estar preparado para soportar presiones muy grandes. Además contaba con una cámara de alta definición con luces propias y una estructura metálica que la protege.
En aquella oportunidad la tarea no logró el objetivo deseado pero Leonardo ratificó el compromiso asumido y anunció que volverán a sumarse a la búsqueda para ayudar a la familia a cerrar un doloroso capítulo en sus vidas.
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