La continua presencia de lluvia y las bajas temperaturas serán una constante en una “primavera esquiva”, según definió el meteorólogo de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) Fernando Frassetto. Tampoco descartó nevadas en la última semana de noviembre.
En diálogo con Radio Seis, el especialista anticipó que la alternancia entre días soleados y nublados se prolongará hasta el verano. En este orden no descartó que enero se caracterice por períodos muy calurosos con jornadas “frescas” de acuerdo a esa época del año.
“La variabilidad va a seguir en toda la primavera”, aseguró respecto a los frentes fríos que llegan desde el Pacífico. Sin embargo, en la costa rionegrina tampoco se registrarán altas temperaturas ya que la actividad oceánica hace que el termómetro apenas supere los 20 grados.
Para Frassetto las estaciones tienen una “falla” a partir de un debilitamiento en las precipitaciones. Explicó que, en la región cordillerana, mayo se definía como un mes “robusto” en cuanto a precipitaciones pero en los últimos períodos no se registran lluvias y las nevadas se retrasan provocando cambios en el ecosistema.
“Estos últimos años han sido más polares, nos llega la lluvia no la nieve”, definió y dijo que esta tendencia hace que los ríos se mantengan bajos, haciendo que la estación invernal sea más corta y que se compense durante la primavera.
No obstante consideró que Bariloche y la cuenca del Nahuel Huapi tuvieron un buen año ya que toda la zona permaneció con humedad. “Eso es bueno para los bosques”, remarcó de cara a un fenómeno que crece en el norte de la Patagonia, donde la sequía se extiende y afecta al caudal del río Colorado.
El especialista advirtió acerca de las complicaciones que atraen las sequías y la relacionó con lo ocurrido en Australia o California, donde se produjeron importantes incendios forestales. “La sequía es unos de los fantasmas más importantes que me preocupan”, aseguró.
Al respecto comentó que la salud de los bosques cerca de Bariloche se ve garantizada a partir de la humedad presente. Además detalló que, a pesar de no haber tenido un año “excepcional” en cuanto a precipitaciones, los frentes de lluvias podrían “alejar el peligro mundial que son los incendios forestales”.
“Tenemos eventos de una tendencia a la sequía pero cada vez más frecuencia de fenómenos extremos”, resumió acerca del impacto del cambio climático en la región cordillerana. Frassetto definió que la variabilidad de los últimos años no es comparable con la de unos 50 años: “estamos yendo a extremos permanentemente y eso es muy complicado para pronosticar”.
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