Nación acumula una deuda millonaria por el transporte y Bariloche suma días de paro

La ciudad

El gobierno no completó el pago por tercer mes consecutivo. El sistema sobrevive con fondos nacionales y provinciales. El municipio reclama discutir su participación en los subsidios y los trabajadores ya pidieron negociar un aumento salarial.

Foto Archivo

Una vez más los choferes del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) acudieron al cese del servicio para visibilizar la falta de pago de sus salarios. Desde que se inició la cuarentena como herramienta para frenar la COVID-19, el servicio se vio interrumpido puntualmente en el inicio de cada mes y la única alternativa, que se baraja desde el municipio, es discutir la distribución de subsidios para el transporte del interior del país.

Este lunes miles de usuarios deberán rebuscárselas para llegar a sus trabajos, sin saber cómo volverán a sus casas, en medio de la incertidumbre que rodea a la actividad. A pesar de los anuncios de transferencias bancarias del último viernes, lo concreto es que los choferes solo cuentan con un compromiso de pago vencido por la falta de ingreso de los 10 millones de pesos que aporta Nación cada mes.

Pero el atraso en el depósito de los aportes acumula ya tres meses. Son más de 30 millones los que adeuda el gobierno nacional al sistema de transporte en Bariloche y la situación genera preocupación ante la falta de fondos a una estructura que, a la fecha, sobrevive gracias al Estado.

En plena pandemia, Transportes Amancay (Mi Bus) requiere de unos 18 millones de pesos para hacer frente a la masa salarial. Esa cifra se cubre con el subsidio nacional y los 7,3 millones de pesos que transfiere la Provincia, regularmente, el 20 de cada mes. La recaudación que logra la empresa solo sirve para cubrir gastos operativos.

En este escenario, el gremio que reúne a los choferes sigue atentamente cada definición y no es ajeno a la crisis del sector. Es que las negociaciones se llevan adelante en Buenos Aires en una mesa de la que participan el Ministerio de Transporte de la Nación, la Federación Argentina de Transportadores de Automotor de Pasajeros (FATAP) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

Aquella mesa ha dado cuenta de las dificultades que tienen las empresas del interior y la necesidad de replantear una distribución de subsidios que tiene como gran beneficiara el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Sobre este último punto se pronunció horas atrás el intendente Gustavo Gennuso, quien se quejó por la falta de “federalismo” en el reparto de fondos para el transporte y acusó que el AMBA recibe el dinero puntualmente y en mayores proporciones que las ciudades del interior.

Mientras esta discusión busca un lugar en la agenda del gobierno nacional, la UTA ya presentó una comunicación ante el Ministerio de Trabajo para analizar la “recomposición salarial” de los choferes y “recuperar el poder adquisitivo de nuestros salarios de manera urgente”.

Por lo pronto, los colectivos no saldrán de los talleres a primera hora del lunes. Desde el gremio no se ven señales alentadoras pero reconocen que el dinero “aparecerá” de un momento a otro para estirar la agonía del sistema hasta el comienzo de un nuevo mes.

13 septiembre, 2020
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