Una atención médica de urgencia a un turista estadounidense terminó con una denuncia en la Oficina Municipal de Defensa al Consumidor (OMIDUC) por presuntos cobros indebidos. Se trata del caso de un esquiador que sufrió una lesión en el hombro en la base del cerro Catedral y, tras acudir a la sala de emergencias que administra un sanatorio privado, tuvo que pagar poco más de 1.600 dólares según la cotización de la semana pasada.
La situación fue dada a conocer a este medio por un comerciante que mantuvo contacto con el turista durante su estadía en Bariloche. En ese marco es que aportó información acerca del expediente 12.643 que se tramita en la dependencia municipal desde el pasado 7 de agosto. En ese documento se explica que el incidente ocurrió el 4 de agosto y que el hombre llegó hasta la sala, ubicada en la base del cerro, para recibir atención médica.
En el detalle de la denuncia señaló que se le cobraron 160 dólares en concepto de atención primaria. “Acepté, en cinco minutos me atendieron y me arreglaron el hombro rápidamente”, agregó el turista en el relato que dejó por escrito acerca de una visita en la que le dieron un analgésico y una receta para comprar medicamentos en una farmacia. Sin embargo, la controversia comenzaría con lo que ocurrió después. Antes de retirarse del lugar la recepcionista le indicó que, por toda la atención brindada, debía pagar 944.000 pesos.
Según las facturas que aportó en su testimonio, el centro médico incluyó dos radiografías, a 72.000 pesos cada una, 640.000 pesos por colocarle el hombro en su lugar y 160.000 pesos por la consulta. Tras una supuesta amenaza de no poder abandonar el lugar hasta abonar el total de la deuda, luego de una hora se pudieron ejecutar dos cobros de 72.000 pesos cada uno, otro de 80.000 pesos por “consulta traumatológica cerro” y 320.000 pesos en un detalle que solo mencionó el nombre del paciente.
Con una deuda de 640.000 pesos por saldar, y sin contar con más crédito en sus tarjetas, se le ofreció completar el cobro en su alojamiento. Luego acusó que un médico se acercó al lugar para exigirle el pago y como se negó a completarlo por las dudas que le habían surgido, lo habría amenazado con que no podría salir del país. Es por eso que ante la OMIDUC pidió poder volver a su lugar de origen “sin ningún problema” y no pagar ningún otro adicional. Incluso reclamó la devolución del dinero “con intereses”.
El sanatorio
Este medio dialogó con la responsable de comunicación del Sanatorio San Carlos, Paula Redondo, quien confirmó la atención brindada en la base del cerro Catedral pero señaló que al hombre se le informó sobre los costos de cada práctica antes de ser revisado por el personal médico. “Tiene la libertad de decir no, prefiero bajar solo al hospital o pago todo”, explicó sobre las opciones que tuvo el turista.
Redondo dijo que el hombre llegó con mucho dolor y que lograron cobrar una parte de las prácticas porque luego la tarjeta de crédito rechazó los importes solicitados. Aun así destacó que la atención en consultorio tuvo una duración de 15 minutos y que el hombre se retiró sin dolor.
Acerca de la operatoria de cobro entendió que para el turista el importe no resulta excesivo al hacer el cambio a dólares y que a un argentino en Estados Unidos una práctica similar le sale “el doble o el triple”. También explicó que el tarifario médico se encuentra en recepción, en pesos, y que no hubo ningún tipo de engaño porque se le informaron los costos.
La vocera del Sanatorio reconoció que la atención médica en la base del cerro Catedral tiene otros costos respecto a la guardia del edificio del kilómetro 1 de Bustillo. “Son otros costos porque ahí tenemos que pagar un alquiler”, mencionó acerca del acuerdo que mantienen con la concesionaria del centro invernal y el pago del personal que “suben y están 12 o 14 horas trabajando”. A esta situación agregó el contexto actual de las prepagas ya que no todas cubren a sus afiliados en la montaña.
Para los argentinos la situación es similar en cuanto a las prepagas y obras sociales, por lo que detalló que en ocasiones son derivados al hospital zonal por medio del servicio de ambulancia del Sanatorio, aunque también se debe pagar por ese servicio. “Somos un centro privado, no un hospital público”, analizó acerca del nomenclador diferenciado que se aplica en ese lugar.
Sin embargo el turista argentino logra un trato distinto al momento de facturar las prácticas. Es que los visitantes que cuentan con Documento Nacional de Identidad reciben una “atención” que les permite acceder a otros costos, aunque no fueron informados ante la consulta respecto a la brecha existente entre residentes del país y extranjeros.
“Es la primera vez en cinco años que tenemos una denuncia de este tipo”, aseguró Redondo antes de mencionar el caso de un turista brasilero que sufrió una lesión similar y que abandonó el lugar con una deuda de 800.000 pesos que todavía no logran cobrar. “Los precios están exhibidos y antes de ingresar a los boxes les decimos ‘esto te va a salir’”, concluyó.
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