Sur

Crónicas / por Hans Schulz

Escribe Hans Schulz para su columna. Una reflexión sobre lo que es el Sur a través de fotografías intervenidas por una artista patagónica. 

Caballos bajo la tormenta sobre las praderas del confín austral del continente
Ailin Schulz Jones

El sur es muchas cosas. Para los marineros de siglos anteriores fue mar bravío y tierra de gigantes, para las mujeres y los hombres que quedaron abandonados en el estrecho a fines del siglo XVI un lugar lleno de utopías y maldiciones. Para Darwin, Moreno y todas las expediciones científicas de los siglos XVIII y XIX el sur fue un territorio inexplorado lleno de indicios de los orígenes de los tiempos del hombre. Los galeses vieron en las tierras de la “Patagonia media” del sur un futuro promisorio anticipado por sus líderes religiosos en la lejana y atribulada Europa del siglo XIX. Para los que imaginaron la Nación el sur fue frontera en movimiento, recursos y preocupaciones geopolíticas. Para los accionistas europeos de las empresas lanares de fines del siglo XIX el sur fue una fuente inagotable de riquezas mientras que para los obreros portuarios y los peones transandinos que trabajaron los campos el sur fue una geografía hostil llena de promesas e infortunios.

Para poetas y escritores como Borges fue el arrabal en el que los caseríos del confín de Buenos Aires se transformaban en interminable llanura, para los viajeros propios y ajenos, como Payró o Chatwin, el sur fue un paisaje lejano y anhelado que transformaron en escritos que todavía hoy condicionan nuestras miradas.

El sur es para los originarios su tierra, su mundo y su destino.

Y para nosotros ¿Qué es el sur? ¡Vaya pregunta! Entre vivencias, recuerdos, proyectos, anhelos y frustraciones para cada uno de nosotros el sur seguramente es una infinidad de sensaciones que anidan en desconocidos rincones de nuestros corazones. Nosotros, cuando viajamos al sur, es decir al lejano estrecho de Magallanes y más allá, vamos con agenda abierta en búsqueda de faros, mares, barcos abandonados, gigantescos galpones de esquila, torres de granito, cielos infinitos, hielos eternos, ciudades inconclusas y con el profundo anhelo de comprender esa maravillosa y misteriosa geografía que llamamos Patagonia. Y bajo geografía incluimos naturalmente al hombre y sus obras.

Cada viaje es distinto. Leemos, fotografiamos e intentamos registrar lo imposible. También jugamos con nuestras percepciones y ensayamos nuevas interpretaciones. Serán varias las crónicas que compartiremos. Comenzaremos con esta: fotografías intervenidas. Son otras visiones del mismo paisaje bajo la mirada de una joven artista patagónica.
¿Habremos visto lo mismo? Vaya uno a saber. La riqueza está en la diversidad.

Texto Hans Schulz; Fotografías e Intervenciones: Ailin Schulz Jones

Nota:
Las fotografías intervenidas describen galpones de esquila en el continente (Cerro Castillo) y en Tierra del Fuego (Caleta Josefina), témpanos en el Lago Argentino, llanuras en el confín del continente, la factoría de Piedra Buena sobre el Rio Santa Cruz, la estancia Harberton sobre el Canal de Beagle, el Desdémona encallado en Cabo San Pablo en la costa de Tierra del Fuego, los faros de Punta Dungenes (Estrecho de Magallanes), Cabo Vírgenes (Océano Atlántico) y Les Eclaireurs (Canal de Beagle), escenas de un rodeo en Cerro Castillo, el muelle del antiguo frigorífico Bories sobre el Seno de la Última Esperanza, la silueta de la central térmica de Rio Turbio, la silueta del cerro Ventana sobre el río Chico, galpones y viviendas de la estancia Fuentes del Coyle, cruceros sobre el Beagle, el transbordador del Estrecho en la Primera Angostura y una réplica del Submarino ARA San Juan en Puerto Santa Cruz.

17 febrero, 2019
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