En uno de los primeros párrafos del comunicado, el sindicato hace referencia a "la continua y cada vez más agravante restricción de servicios que afecta a los todos los sectores de nuestra ciudad y muy especialmente a los trabajadores hoteleros gastronómicos".
Agregaron que "en forma sistemática se han visto afectadas varias frecuencias. Línea 61 que va del barrio El Frutillar al San Francisco Primero, redujeron dos servicios del total de 8 servicios que tenían anteriormente. Línea 60 que va del barrio Mutisias al San Francisco Cuarto se redujo un servicio, sobre los seis existentes. Línea 70 que va de la sede de la Universidad Nacional del Comahue al barrio Las Victorias, redujeron tres frecuencias del total de seis que existían, bajando a la mitad de los recorridos. Línea 30 que va del barrio Arrayanes al Centro, donde había sólo dos colectivos realizando el recorrido, ahora lo limitaron a sólo uno, con lo que eso implica. También reduciendo al 50% los servicios, en un vecindario muy poblado y con una cuantiosa cantidad de trabajadores. La Línea 82 que va desde las 400 Viviendas al barrio El Cóndor, se redujeron otras dos frecuencias. Línea Catedral y Línea 21, que va desde la Terminal al barrio Puerto Moreno, en ambas se redujeron un servicio".
Luego manifestaron que "durante los fines de semana y feriados, donde el turismo se incrementa, se reduce al 50% los servicios de transporte, dejando a trabajadores, pasajeros y turistas, esperando en muchos casos dos o tres horas, saturando las pocas líneas disponibles".
Posteriormente, el Sindicato Gastronómico añadió que "por ahora el clima ha sido benévolo en nuestra región, pero cuando llegue el invierno, con tiempos más crudos con fuertes heladas, lluvias y nevadas, la situación se agravará mucho más para cada uno de los usuarios del transporte urbano de pasajeros.
Por último señalaron que "por todo esto, es que consideramos que tanto la empresa concesionaria como el gobierno municipal, no dimensionan el perjuicio que se le está generando a la ciudad, a los trabajadores y su familia con esta medida arbitraria de reducción de frecuencias. Entendemos que el Estado debería volver a fiscalizar a la empresa, haciendo valer su rol de poder concedente".
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